Nobody knows where you are
Hace unos meses nos congratulábamos en este mismo espacio ante la noticia de que Syd Barrett, hasta cierto punto, se encontraba bastante bien de salud y de que, a pesar de lo que contaba la leyenda, no se hallaba recluído en un manicomio. Bien, ahora, lamentablemente nos hacemos eco de la noticia de su muerte,a la edad de 60 años, causada, al parecer, por complicaciones derivadas de la diabetes que padecía. Una noticia triste, sin duda, no tanto por la calidad musical de su breve obra, sino por haber sido uno de los iconos malditos de la historia del rock. Fue miembro fundador de Pink Floyd, uno de los grupos fundamentales de todos los tiempos, lo cual ya es mérito suficiente para ser recordado, pero, además, su descenso por la espiral de la psicodelia y el LSD hicieron que no pudiese detener su vertiginoso viaje hacia la locura.
Barrett no muere joven como otros mitos ni deja un bonito cadáver porque hasta para eso ha sido un outsider.
Ha muerto el objeto de risas lejanas, el extranjero, la leyenda, el mártir; ha muerto el juerguista, el visionario, el pintor, el gaitero, el prisionero.
Barrett no muere joven como otros mitos ni deja un bonito cadáver porque hasta para eso ha sido un outsider.
Ha muerto el objeto de risas lejanas, el extranjero, la leyenda, el mártir; ha muerto el juerguista, el visionario, el pintor, el gaitero, el prisionero.
2 Comments:
Iba a poner una necrológica ahora, pero la suya es mejor. Descanse en paz...
Goodbye cruel world
i´m leaving you today
goodbye
goodbye
goodbye
goodbye all you people
there´s nothing you can say
to make me change
my mind
GOODBYE
P.F
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