Grandes actrices IV - Joan Bennett
La femme fatale. Joan Bennett es la malvada Kitty que embauca al inocente Chris Cross en Perversidad (Scarlett Street, Fritz Lang, 1945) haciendo que éste se enamore locamente de ella. Una mujer tan increíblemente preciosa que el pobre empleado de banco y pintor aficionado encarnado por Edward G. Robinson en ningún momento puede pensar que sea perversa y sólo quiera aprovecharse descaradamente de él. Espero no ofender a nadie por pensar que esta película supera incluso a la primera versión de Jean Renoir: La chienne, entre otras cosas porque los actores no pueden estar mejor y, como esta serie está dedicada a grandes actrices en grandes papeles, hay que decir que Joan Bennett nos deja boquiabiertos. ¿Cómo puede ser tan encantadora y tan mala a la vez?
El mismo director y trío protagonista (Bennett, Robinson y Dan Duyrea) habían trabajado un año antes en la también fundamental La mujer del cuadro, en la cual, y como era inevitable, el inconmensurable Edward G. Robinson (en este caso interpretando a un prestigioso criminólogo) queda absolutamente subyugado por la belleza ultraterrena de Joan Bennett, lo que, al igual que en Perversidad le llevará a situaciones extremas que acabarán por amargarle la vida.
Pero el cine no es más que un reflejo de la realidad y todos caeríamos, una y mil veces, en cualquier trampa que nos tendiese Joan Bennett pues, como el apocado y tímido cajero tenemos derecho a soñar (está claro que sólo a soñar) que una mujer como ésta se enamore alguna vez de nosotros.
Pero Joan Bennett no se enamora de Edward G. Robinson; se enamora de Dan Duyrea.
1 Comments:
A veces, el subconsciente es terrible.Y Joan Bennett, extraordinaria.
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