Let him play!- Allan Holdsworth en Barcelona
El concierto de Allan Holdsworth en la sala Bikini ayer sábado era a priori una propuesta interesantísima y más aún después de saber que el batería de su banda no era otro que el inconmensurable Chad Wackerman, el cual, además de poner su virtuosismo al servicio de Holdsworth, tiene en su currículum nada más y nada menos que haber sido uno de los baterías de Frank Zappa (y Zappa no contrataba baterías del montón, sino a gente como Chester Thompson, Terry Bozzio o Vinnie Colaiutta).
Holdsworth es una leyenda para muchos, y no es para menos; viene claramente del jazz rock, pero ha sabido incorporar a su estilo lo mejor del rock progresivo (igual que él ha incorporado al rock progresivo lo mejor del jazz rock). Su estilo es inconfundible y sus solos son un auténtico prodigio: técnicos al extremo pero llenos de sentimiento; rapidísimos pero al mismo tiempo de una suavidad sublime... cuando le dejan. Digo cuando le dejan porque ayer no le dejaron mucho , al menos, no tanto como habría sido deseable.
El teclista de la banda, Alan Pasqua, compartía cartel con Holdsworth, y lo cierto es que se trata de un muy buen teclista (y seguramente mejor persona), pero, según mi modesta opinión no le hace ningún bien al guitarrista. Me refiero a que una de las grandes virtudes de Holdsworth es su estilo vanguardista e innovador que lo hace apartarse de lo que sería el jazz convencional e incluso del jazz rock, puesto que, como he dicho le insufla a su música toques de rock progresivo o experimental. Aquí es obligado citar el inolvidable grupo UK, quizás el primer supergrupo si puede llamarse así a una banda formada por prestigiosos músicos que ya tenían una gran carrera antes de tocar juntos. En el LP del mismo nombre Holdsworth demuestra junto a John Wetton, Eddie Jobson y Bill Bruford, lo bien que pueden hermanarse el progresivo y el jazz rock. Pues bien, esa virtud quedaba muy desdibujada con el aporte del teclista que, aunque muy bueno, es un músico (o al menos ayer lo parecía) de jazz puro y duro, totalmente alejado de lo que se espera (yo lo esperaba) de Holdsworth. Por desgracia, los delicados solos de guitarra, eran menos frecuentes, aunque, cuando aparecían, eran de una brillantez sensacional. En esos momentos los ritmos de Wackerman, que dejan boquiabierto a cualquiera, parecían todavía mejores y recordaban al mejor Bill Bruford y uno casi esperaba oir la potente voz de Wetton si no fuera porque Wetton está (o lo estaba hace pocos años, pero no olvidemos que una mala tarde la tiene cualquiera) acabado.
En fin, un buen concierto, aunque teclista y guitarrista por separado me parecería una solución mucho más adecuada. Quede claro una vez más, que Alan Pasqua puede ofrecer un excelente concierto, pero es una pena que los maravillosos fraseados de guitarra supieran a poco. A lo mejor es que uno es insaciable, pero, por favor dejad tocar a Allan Holdsworth.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home