A primera hora
Recientemente he cambiado el medio de transporte con el que, por desgracia, me desplazo al trabajo cada día. Los pasajeros del metro que tomo ahora y los del autobús que tomaba antes son notablemente diferentes aunque, como escribía Fish "por el reflejo en nuestra mirada veréis que en el fondo todos somos uno, el mismo". Pero, como a esas horas muy tempranas no es fácil ver el interior de la gente ni el reflejo en sus miradas, uno se queda con el ambiente general. Así, en el autobús el ambiente es mucho más calmado, puede uno tomar asiento y hasta entornar los ojos para, poco a poco, ir aceptando el monótono destino diario. Yo, si el repartidor de El País había madrugado lo suficiente, aprovechaba el trayecto para echar un vistazo al diario independiente de la mañana. En el metro, a esa hora, es muy difícil encontrar a alguien que haya pagado por la prensa del día. Gran cantidad de viajeros --los vagones van muy llenos-- lleva un ejemplar de esos diarios gratuitos que se reparten ahora por doquier e incluso no es raro apreciar que hay quien lleva más de uno. Cada uno puede, naturalmente, leer lo que le venga en gana y, con el riesgo de ser considerado clasista, considero que la inmensa mayoría de los usuarios del metro a primera hora de la mañana no están para pasar por un kiosko, gastarse un euro y leer un periódico con noticias y artículos de cierto alcance. Ahora bien, los panfletos gratuitos son otra cosa y les permiten a muchos entretenerse unos minutos. Lo único que tiene que quedar claro es que lo que en ellos está escrito carece de importancia. No sé, creo que es una manera de tener entretenidos a los pobres, pero un euro tampoco es tanto...
Lo malo es la gente con más nivel sociocultural, al menos aparentemente, que también consume ese tipo de prensa y luego habla de lo que han leído y que, generalmente, no son más que los titulares aunque, como queda dicho, el resto del contenido es también una tontería. Pero también muchas veces dicen tonterías los diarios de pago, así que... Al fin y al cabo, citando nuevamente a Fish "somos casos terminales que seguimos tomando medicinas".
Acabo aquí este post porque me está entrando mucha negatividad y luego me arrepiento de haber dicho que hay gente que no debería tener derecho al voto o cosas así.
3 Comments:
la caracteristica de la prensa gratuita que más me impacta es que estos periodicos antes de ser tirados pasan por varias manos. Los dueños originales habitualmente no los tiran los abandonan en algun lugar así que quien pasa por allí los coge y empieza a leer como en una especie de book crossing.
Aunque los que más me gustan son los que recogen sus copias de las papeleras y se los llevan
No se arrepienta, gracias al sufragio universal, los nazis llegaron al poder en 1932 y Aznar en 1996 ( hoy no haré referencia a ERC, que al fin y al cabo son republicanos como yo y...¡Oh Dios mío! ¡Cómo Bush!, me se hagan el harakiri ahora mismo, coñe¡)
Hombre, a caballo regalado no le mires el dentado. Pero es que algunos diarios dan cierta grima. Por ejemplo, el titular del Que! (pronúnciese gritando): Como aquí no se vive en ningún sitio.
Hace unos años, hubo un intento de sacar el News of the World en España con el título de Asombroso. Al menos lo que ponía era tan surrealista que hasta a veces parecía divertido. Aquí no hemos llegado aún a tener nivel suficiente como para merecernos prensa sensacionalista con tía en pelotas en la página 3...
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