Meditaciones de lunes
El cine, sobre todo el buen cine, se ha basado siempre en la vida real y en experiencias más o menos reconocibles por todos, independientemente del género de la película. El cine es realidad en la medida en que lo que muestra puede muchas veces tomarse como referencia para explicar , aunque sea de forma tangencial, lo que nos pasa. El buen cine imita a la realidad y se mezcla con ella. La televisión, por el contrario, crea patrones ficticios que mucha gente asume a base de imitación y ya no es referencia, sino que lo que sucede se debe precisamente a que algo (falso, forzado o sacado de la manga) ha salido antes en televisión. Aunque pueda parecer lo contrario, ¿no son mucho más reales las mujeres de Gritos y susurros que las de Sexo en Nueva York? ¿No son más creíbles los diálogos de Pauline en la playa, que los de cualquier comedia de situación, aunque ésta haga referencia a temas locales y actuales? Sí, pero lo emitido por televisión se asume con mucha más facilidad como algo veraz y, por desgracia, acaba siéndolo.
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6 Comments:
Posiblemente la diferencia sustancial entre ver una película y ver televisión es que en ver una peli es una decisión consciente. Has puesto ciertas expectativas en una peli y eres crítico con ella ("no me creo a este actor"). En cambio, cuando vemos la tele somos menos críticos: ponemos la tele para que haya algo de ruido, o para descansar un rato. Entonces nos pillan con la guardia baja, y en cierto modo pueden influir en nuestro comportamiento. Posiblemente por esa razón se nos peguen muletillas de la tele, o la gente se comporta como si estuviera en una serie de televisión...
Sin duda, pero la televisión tiene una capacidad hipnótica que el cine perdió hace muchos años. Por otro lado quiero recordarle los extraordinarios Estudio 1 de Televisión Española en los años setenta, algunas series británicas como "Retorno a Brideshead" o "Yo, Claudio", la edad de oro de las series españolas: "Fortunata y Jacinta", "La forja de un rebelde", "Don Quijote", "Los gozos y las sombras", las comedias de alta escuela de la televisión norteamericana como "Cheers", " Fraser",entre otras.
Quiero decir con esto que la televisión puede reunir la calidad solicitada por el más exigente de los tele-espectadores; la actual situación está claramente relacionada con motivos de gestión económica en persecución exclusica de beneficios ( aprovechando precisamente el poder que antes mencionaba)
¿Me permiten un segundo? gracias.
Pasaba por aquí y no pude dejar de oír lo que conversaban.
Soy de esas personas que, a veces, no pueden quedarse calladas. Tampoco puedo espiar para satisfacerme solitariamente. No lo elegí, tan sólo es así.
El cine, como cualquier expresión artística, no puede sustraerse de la realidad. Por eso es arte.
Si no, creo yo, sería mera imaginería. Cosa de ingenieros o fakires.
La disyuntiva que plantea Feingeschliffen, para mí, es sólo la corroboración de resultados obtenidos por un determinado autor. Por eso tenemos TV inteligente y cine mediocre. Los medios no pueden ser medidos por las intenciones ni por sus conclusiones dispersas. Los medios son especies de técnicas artísticas.
El cine está allá lejos y la televisión a una simple pulsación de control remoto. Para ir al cine tengo que vestirme, puedo ver TV desnudo.
En lo relativo a la veracidad, a mí me parece, que la TV se vuelve veraz por lo gris de los días que nos ha tocado vivir. No es su mérito. Es nuestra impotencia por no hacer de este mundo algo mejor.
Bueno, perdonen, ¿no saben si por aquí hay algún lugar donde tomarse una cerveza bien helada?
Sí. Mi simple y espontánea reflexión se refería al buen cine y a la mala TV. Lo que quería plantear, si el tiempo y mi incapacidad no me lo hubieran impedido, era el hecho de que una buena película, por fantástica, compleja o densa que pueda parecer,(me) suele resultar más creíble que una mala serie de TV sobre una supuesta vida cotidiana, con unos personajes supuestamente reales que, si son creíbles, es porque la realidad imita a la ficción (no la naturaleza al arte).
Disfrute de la cerveza. ¡Salud! y saludos.
En cuanto a la cerveza, le recomiendo El Vaso de Oro, en la Barceloneta. Mezcla especial de la Damm para el bar, servida muy fría. Tapas memorables.
muy gentiles ambos, ¿eh?
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