Presencio actos de peloteo prácticamente a diario. Dichos actos son tan evidentes que me da la impresión de que el sujeto pasivo ha de ser forzosamente consciente de que se le está haciendo la pelota descaradamente. En otras ocasiones, curiosamente, el peloteo es mutuo y recíproco y personas que casi se repugnan se hacen la pelota unas a otras. El motivo muchas veces se me escapa. Con frecuencia no somos conscientes de los propios defectos, lo que me lleva a plantearme la posibilidad de que lo que considero simplemente educación, diplomacia, discreción o buenas formas, pudiera ser calificado como alguien como peloteo. Sinceramente no ceo que lo sea. Me parece más digna la invisibilidad.
Hoy, además de los cotidianos, he podido ver en televisión tres actos de peloteo atroz, aunque ¿era realmente peloteo o simplemente esquizofrenia o autoconvencimiento o quién sabe qué?
Por orden de menor a mayor gravedad fueron las siguientes:
1.- Jesús Quintero, en su programa El loco de la colina reemitía la última entrevista realizada a una popular tonadillera recientemente fallecida y, en la presentación dejaba caer cosas como éstas: "El mundo es mejor gracias a sus canciones", "Ha hecho de mi tierra un lugar universal" o incluso, "una mujer tocada por el dedo de Dios". Estas tres afirmaciones son, como mínimo, mentira. Lo que decía anteriormente de la esquizofrenia se debe a que La sintonía del programa no es otra que Shine on you crazy diamond de Pink Floyd.
2.- Una pelota profesional o la más profesional de las pelotas. Letizia Ortiz acudió con el príncipe Felipe y la hija de ambos a pedir protección para ésta ante la Virgen de Atocha, ceremonia que merecería todos los respetos si la princesa no hubiera sido hasta justo antes de su compromiso matrimonial atea y proabortista, además de divorciada.
3.- El peloteo más grave del día se emitió por una televisión local y fue llevado a cabo por uno de los peores especímenes de pelota: el pelota rastrero y traidor; el pelota guiado por su sentimiento de inferioridad que busca que le cobije la sombra de quien le puede reportar algún beneficio. El canal en cuestión era Teletaxi Televisió y allí el gran jefe de la cadena, taxista andaluz emigrado asentado en Cataluña y reconvertido en empresario audiovisual, defensor y promotor de cierta "cultura" que revuelve las tripas de aquellos a quienes hace la pelota, entrevistaba al político del Partido Popular de Cataluña, Josep Piqué. El pelota es repulsivamente pelota, pero no tonto, y sabe bien de qué lado hay que estar y, sobre todo, de qué lado hay que no estar si quieres ser alguien en Cataluña. Así pues, el peloteo no se dirigió al entrevistado sino al "pueblo catalán" y en un catalán burdo, plagado de incorrecciones, con un marcado acento andaluz, le reprochó al político que "un catalán como él, estuviera en contra del estatuto". La desvergonzadamente pelota actitud nacionalista (desde Santa Coloma defendía poco menos que la pureza de la cultura y lengua catalanas) del polifacético taxista-empresario-presentador-ideólogo no tiene otro sentido que quedar bien con quien ha de quedar bien. Sus razones tendrá, porque seguro que las tiene, créanme.
Una vez acabada la entrevista, el mismo locutor promocionaba un CD recopilatorio con las 60 mejores canciones de Manolo Escobar.