Feingeschliffen

All in all a very dying race

My Photo
Name:
Location: Barcelona

Sunday, October 21, 2007

La puerta

"Para hacer una película hay una sola regla: sólo hay que hacer aquello que sea de utilidad a la película."

Billy Wilder


Únicamente un maestro del cine puede hacer pasar por natural lo imposible. Para que el espectador entre en el juego y crea todo lo que ve, no es necesario el uso de complejos efectos especiales o de artificios técnicos de ninguna clase; tan sólo talento e imaginación.
En la obra cumbre del cine negro "Perdición" (Double Indemnity, 1944), el gran Billy Wilder tiende una trampa genial.

En una escena de la película el testarudo investigador magistralmente interpretado por Edward G. Robinson se presenta por sorpresa en el apartamento en el que Fred McMurray se encuentra con su cómplice Barbara Stanwick. Para evitar ser descubierta, Stanwick se oculta tras la puerta de entrada. Para presentar la escena llena de tensión en un solo plano, Billy Wilder hace que la puerta del apartamento se abra hacia el exterior.


En la vida real ninguna puerta de entrada a un apartamento se abre así.

Labels:

Monday, October 08, 2007

amiina


amiina son cuatro jóvenes músicas islandesas que se dieron a conocer como el cuarteto de cuerda oficial de sus compatriotas Sigúr Ros, a los cuales les preparaban también el ambiente antes de los conciertos actuando como teloneras. Fue así precisamente como las descubrí hace dos años. Ayer tocaron en La 2, la hermana pequeña de la Sala Apolo de Barcelona (ya se sabe; aquí los mejores espacios los reservamos para otro tipo de artistas).

amiina es un grupo peculiar: son cuatro señoritas encantadoras, aparentemente tímidas, llevan bonitos vestidos y zapatos de tacón y tienen esa belleza lánguida que siempre me impresiona en una mujer. Cuatro jóvenes en la veintena, músicas impresionantes, todas ellas multi instrumentistas, que deambulan constantemente por el escenario y tan pronto tocan con maestría el violín, la viola, el violonchelo, la celesta, la guitarra, el arpa, la mandolina, el laúd (creo que era un laúd), el xilófono, el vibráfono --incluso acariciándolo con un arco de violín--, el acordeón o un Casiotone, como manipulan ordenadores, secuenciadores, teclados, sierras musicales, copas de cristal con agua o timbres...


El resultado es verdaderamente hipnótico, mágico y embriagador; una música melancólica repleta de texturas delicadas no adecuada para hacer el tonto mientras suena; de una placidez extrema, aunque con unos ajustadísimos crescendo en momentos especialmente intensos y medidos toques chispeantes en medio del ensueño y de fragmentos casi cien por cien clásicos. Porque la formación y el bagaje clásico son evidentes. Sabe infinitamente más música cualquiera de las cuatro bellas señoritas que los por aquí idolatrados cantautores-poetas (¡ja!), sus antepasados y sus descendientes y todos los músicos de sus bandas juntos por mil años que vivieran y por mucho que cuelguen el cartel de "entradas agotadas" varios días en recintos de quince mil personas. Pero es lo que hay. Quizá sea el frío, la cultura, el calor, la incultura… Las antípodas de la nauseabunda música latina. Belleza, suavidad y femineidad sonoras. Música cautivadora para escapar del garrulismo e incompatible con la chulería.

Labels: ,


Click here for standalone player
Download Windows Media Player Here