Feingeschliffen

All in all a very dying race

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Thursday, March 30, 2006

Elogio de la date


Siempre he sido, en general, un defensor de la vieja Europa y siempre, por ejemplo, me ha parecido más interesante una breve escapada a París, Berlín, Viena o Londres, que cruzar el océano en busca de no sé bien qué. Evidentemente un paisaje caribeño supuestamente paradisíaco no me compensaría personalmente por la tortura a la que serían sometidos mis oídos. Otra cosa son los Estados Unidos, país, capaz de lo mejor y de lo peor. Desde este espacio me gustaría tratar de algo que creo que es lo que constituye su principal virtud (queda claro que defectos también tiene, y muchos). No es su capacidad de autocrítica, sus oportunidades, su cine (sobre todo el clásico), sus artistas, sus ciudades, su confianza en sí mismos... Lo más increíblemente genial de los EE.UU. --imagino que lo mismo sucede en Canadá-- es la institución de la date.

El concepto de date se ha traducido tradicionalmente como cita y, aunque en principio parece una traducción adecuada, los matices que diferencian nuestras citas y las dates son tantos y de tal calado, que habría que tenerlos claro. Todos hemos visto en innumerables películas y series de TV en qué consiste una date. Cuando un hombre (no necesariamente un adolescente, pues lo más maravilloso de la date es que funciona igual para TODAS las edades o incluso mejor en adultos) logra que una mujer le conceda una date (me resisto, como verán, a decir cita) sabe que existen muchas posibilidades de que algo ocurra; es decir, que quien va a una date sabe bien a lo que va y nadie se va a sorprender de que la date busque ser el inicio de algo más. No se pronunciarán las terroríficas palabras "me gustas como amigo", "no me lo esperaba" u otras sandeces por el estilo pues en la date hay una clara intención y predisposición a que la cosa pase a mayores.

Así las cosas, queda claro que tenemos mucho que aprender de Estados Unidos en este aspecto; los americanos serán todo lo que queramos pero en este tema lo tienen clarísimo y no se están por historias.

Aquí, en cambio, no hacemos más que marear la perdiz.

Thursday, March 23, 2006

Feliz cumpleaños, Sallanworld


Tal día como hoy, 23 de marzo, nació, hace ya algunos años, mi viejo compañero y gran amigo, el Doctor Sallanworld.

Quiero aprovechar este modesto espacio para felicitarle y expresarle mis mejores deseos y desearle que todo le vaya tan bien como sin duda se merece.

A pesar de que Sallanworld es una persona de actitud humilde y poco dada a buscar el protagonismo, me he permitido adjuntar a esta felicitación un retrato suyo, con el fin de que, si se topan con él, no pierdan la ocasión de felicitarle en este día.

Wednesday, March 22, 2006

Behind the lines

Can't you see me? I'm slipping away
I can only stay if you've the will to keep me here

It's written in the book

Tuesday, March 21, 2006

Grandes actrices V - Lauren Bacall



La elegancia en persona. Tenía solo 19 años cuando apareció por primera vez en el cine y, a diferencia de lo que pasa ahora, que los actores jóvenes parecen niños y las actrices jóvenes lolitas (salvo excepciones, naturalmente), ya llenaba la pantalla. Su mirada enigmática y su espectacular elegancia han hecho de ella uno de los iconos de la historia del cine. Podemos citar muchas de sus películas pero personalmente y sin desmerecer otras tengo especial debilidad por dos: Cayo Largo del maestro John Houston en la que, junto a su inseparable Humphrey Bogart, es secuestrada por un malvado Edward G. Robinson. Este último merece un capítulo aparte pues parece imposible que el mismo actor pueda interpretar igual de bien al pusilánime Chris Cross de Perversidad, al detective de Perdición o al terrible gangster de Cayo Largo, por lo que no nos extenderemos sobre él.

La otra película en la que Lauren Bacall está, si cabe, más arrebatadora es en Dark Passage (1947) de Delmer Daves, estrenada aquí como La senda tenebrosa. Una pequeña maravilla del cine negro americano injustamente olvidada. Hay un ingeniosísimo diálogo entre Bacall (Irene Jansen) y Bogart (Vincent Parry); él ha cambiado su aspecto gracias a la cirugía plástica ya que es un "falso culpable" que huye de la justicia. Este diálogo resume perfectamente la belleza de la preciosa Lauren Bacall:
Irene Jansen [seeing Vincent after he shaves]: It's unbelievable. but it's good. I think I even like you better.
Vincent Parry: Well, don't let it give you any ideas.
Irene Jansen: What kind?
Vincent Parry: Don't change yours. I like it just as it is.

Monday, March 20, 2006

Afternoon

Yet another emotional suicide?

París - Barcelona

Los jóvenes parisinos se movilizan con todas las consecuencias frente a una ley de contratación que les afectará directamente y que parece objetivamente injusta. Los jóvenes de Barcelona, en cambio, se organizan para celebrar un penoso "macrobotellón" durante el cual se destruye gran cantidad de mobiliario urbano y resulta quemada parte de la fachada del Café Almirall, uno de los más antiguos y agradables de Barcelona. ¡Como si Barcelona estuviera sobrada de este tipo de locales!
Es cierto que ningún motivo de protesta justifica, en principio, la destrucción de la propiedad pública o privada, pero es, si cabe, mucho más lamentable que los destrozos los originen unos niñatos que se aburren.
Puestos a hacerse oir, mejor si fuese por alguna causa más justificada. Se me ocurren bastantes.

Friday, March 17, 2006

Intocables

Existen personajes en la vida pública absolutamente intocables, indiscutibles y unánimemente (o casi) venerados. Son, en muchas ocasiones, artistas o intelectuales y más que ser graciosos lo que han hecho ha sido caer en gracia. Son tan mayoritariamente respetados, con una devoción casi religiosa por gentes de todas las clases, así como por las instituciones, que su obra --y no digamos su personalidad-- no necesita más que salir a la luz para recibir las mejores críticas y lograr un éxito inmediato.

Es cierto que en España en el campo artístico --pienso especialmente en el cinematográfico y el musical-- es prácticamente imposible encontrar una crítica negativa, pero aun así, los personajes a los que me estoy refiriendo sobresalen muy por encima del resto. Estos ídolos suelen llevar consigo un "certificado de buena persona" y saben quedar de maravilla allí donde vayan.

Su grado de infalibilidad es tal, que el más mínimo atisbo de crítica, desaprobación o, incluso, no afiliación ciega a sus hechos y pensamientos, se consideraría prácticamente un anatema. Sin embargo, que una persona proyecte una imagen tan maravillosa (aunque sigo ignorando por qué) no debería llevar automáticamente a la adoración de su obra, creo. Pero tienen la clave del éxito, reciben homenajes y gustan tanto a directoras editoriales o buenos guionistas cinematográficos como a administrativas sin ningún interés por las artes.

He leído en un periódico de los calificados como serios, que cierto cantautor al que se le ha concedido recientemente un doctorado honoris causa (lo que les decía), es uno de los más grandes músicos del siglo XX. Esto, como mínimo, es una exageración, por no decir que es una de las hipérboles más descomunales que he leído en mi vida. ¿Qué tiene su obra musical de ambiciosa, de experimental, de innovadora? ¿Tienen sus canciones bellos pasajes instrumentales y toques de virtuosismo? ¿Hay un antes y un después? Estábamos acostumbrados a que se otorgase gratuitamente el calificativo de poeta a cantantes aburridísimos, progres de salón, eternos nostálgicos de una época cutre y con un sentimentalismo espantosamente tópico y de garrafón, pero ahora, por si fuera poco, son también grandísimos músicos de la Historia.

Y no olvidemos, por favor, que los versos de Antonio Machado los escribió Antonio Machado.

De momento, no

I thought I was lucky, I thought that I got it made. How could I be so blind?

Tuesday, March 14, 2006

¿Por qué?

¿Por qué mucha gente dice que sólo le gusta escuchar música en su idioma porque así entiende las letras, cuando las letras de las canciones que escucha son por sí solas una porquería?

El añorado


No es en absoluto habitual para la generación a la que pertenezco poder disfrutar de obras maestras en el mismo momento de su creación. Me estoy refiriendo a obras de arte que perdurarán en el tiempo y que prácticamente se convertirán inmediatamente en clásicas. Compartir el mundo con un maestro en plena actividad es algo a lo que desgraciadamente, insisto, no estamos acostumbrados. Sin embargo, durante unos años, pudimos esperar expectantes la próxima película de Krzysztof Kieslowski uno de los mejores y más personales cineastas de los últimos tiempos o --¿por qué no decirlo claramente?-- de todos los tiempos.

No pretendo resumir aquí su espléndida carrera con títulos como "Decálogo" ("No amarás" o "No matarás" son películas que dejan con la boca abierta de admiración), la incomparable "La Doble Vida de Verónica" o la sensacional Trilogía de los colores "Azul", "Blanco" y "Rojo" todas ellas con el sello inconfundible de su genial autor, con la colaboración de su cómplice Krzysztof Piesiewicz y con la banda sonora de Zbigniew Preisner, sino simplemente expresar, ahora que hace justamente diez años de su muerte, cómo se le echa de menos.

Monday, March 13, 2006

Genesis?

Something solid forming in the air

Wednesday, March 08, 2006

El gato de Heliópolis

"Yo soy el Gran Gato que inauguró el árbol Ished en Heliópolis, en aquella noche en que fueron anonadados los enemigos del Dueño del universo..."

Capítulo XVII del Libro de los Muertos

El gato de Heliópolis, que está vinculado al dios sol Ra, da muerte a la malvada serpiente Apofis bajo el árbol sagrado Ished.Tumba de Inherkau (TT359) Deir el-Medina, XX dinastía.

Es bien conocida la aureola misteriosa y mágica que envuelve la mitología del Antiguo Egipto y la creencia de los egipcios de que la muerte no es más que un tránsito hacia otra vida. El halo sobrenatural de esa época aumentó espectacularmente tras la muerte de Lord Carnarvon, promotor de la expedición que descubrió la tumba del faraón Tutankamon; a partir de ese momento una larga serie de muertes más o menos inesperadas alimentaron la leyenda, a la que contribuyeron también con sus escritos la novelista gótica Marie Corelli, Sir Arthur Conan-Doyle (elemental, queridos lectores) y el egiptólogo Arthur Wiegall.
El arqueólogo australiano Mark Nelson se dedicó a estudiar de manera minuciosa los datos sobre la supuesta excavación maldita y llegó a la conclusión de que todo lo que se había considerado sobrenatural carecía por completo de base científica.

Por otra parte, los egipcios concedieron al gato carácter de divinidad, representándolo en tumbas y monumentos funerarios y momificándolo.

Como es obvio, cada cual puede pensar lo que considere oportuno. Por mi parte sólo diré que me consta que tres personas en plena posesión de sus facultades mentales, racionalistas, sobrias (en ese momento) y razonablemente equilibradas, tuvieron ocasión de ver una noche en la calle Tallers de Barcelona nada menos que al llamado "Gato de Heliópolis", el extraño gato con orejas de conejo que aparece en una de las paredes de la Tumba de Inherkau (TT359) matando con un cuchillo a la serpiente Apofis.

Quedaron tan sobrecogidos por aquella visión que decidieron no comentarla jamás.


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