La gran ciudad II
--¡Hombre, que se va a quemar!
El hombre, sorprendido y asustado, se aleja por la calle.
All in all a very dying race
I and Pangur Ban my cat
'Tis a like task we are at:
Hunting mice is his delight,
Hunting words I sit all night.
Better far than praise of men
'Tis to sit with book and pen;
Pangur bears me no ill will
He too plies his simple skill
Oftentimes a mouse will stray
In the hero Pangur's way;
Oftentimes my keen thought set
Takes a meaning in its net.
'Gainst the wall he sets his eye
Full and fierce and sharp and sly;
'Gainst the wall of knowledge I
All my little wisdom try.
Practice every day has made
Pangur perfect in his trade;
I get wisdom day and night
Turning darkness into light.
Las cosas que realmente importan son aquellas de las que no se habla. Por lo menos para algunos. Mientras un problema se verbalice, no es imposible de solventar. Naturalmente que no me refiero a desgracias irresolubles, aunque también en estos casos hablar de ellas ayuda a que el trauma no se gangrene. Pero no hace falta ser tan dramático: a veces las cosas que más gustan, gustan tanto, que no se expresan (o no mucho) y no sólo, aunque también, por unos absurdos celos como los que sentía Jorge Luis Borges por Buenos Aires, sino porque el sentimiento es tan íntimo que se duda que alguien pueda compartirlo. Vaya por delante que esto puede ser, en general, un error, pero sucede muchas veces. Bastante difícil es entenderse uno mismo para pretender ser entendido por los demás.
Los miedos más profundos no se mencionan, como tampoco se habla apenas de quienes más quieres; no se considera necesario. Quedan en parte excluidos aquellos con quienes se mantiene un trato de intimidad y complicidad, pero incluso con éstos se callan cosas (y no sólo aquellos secretos que todo el mundo tiene: "there are secret things in all the whitest worlds"). La confianza para comunicarse en profundidad la da el tiempo y la sintonía mutua; a veces, se encuentra a alguien con quien el plazo se acorta drásticamente, pero hay que tener cuidado porque un estado de debilidad emocional, la noche (ya lo cantaba John Lees: "friends are hard to find, specially at night"), el alcohol... pueden llevar a confiar en quien no lo merece.
Pues eso, que mientras se hable de las cosas --con quien se haya ganado el derecho a escucharlas-- las cosas no están realmente mal, de la misma manera que si se habla constantemente y con todo el mundo de algo o alguien, ese algo o ese alguien no serán, en el fondo, tan importantes.
Old as the hills
Young just like the rising sun
Over fields
That lie away beneath her feet
Every time we meet
She takes my breath away
(Tomo prestada esta estrofa del tema Breathless de Camel, incluido en el álbum del mismo título).
Cuando Henry Hamilton-Smythe minor (8) estaba jugando a croquet con Cynthia Jane De Blaise-William (9), Cynthia, con su dulce sonrisa alzó el mazo y delicadamente arrancó la cabeza de Henry. Dos semanas más tarde, en la guardería de Henry, ella descubrió su preciada caja de música. Ansiosamente la abrió y, mientras empezaba a sonar "Old King Cole", apareció una pequeña figura espectral. Henry había vuelto, pero no por mucho tiempo, ya que su cuerpo empezó a envejecer rápidamente conservando una mente infantil en su interior. Los deseos de toda una vida brotaron en tropel. Desgraciadamente el intento de Henry de persuadir a Cynthia para que colmase su deseo romántico hizo que la niñera acudiese a la guardería para investigar el origen del ruido. Instintivamente arrojó la caja de música al niño barbudo, destruyéndolos a ambos.
Texto que aparece junto a la letra de la canción The Musical Box del disco Nursery Cryme.- Genesis 1971
Como si quisiera emular a su compatriota, el añorado Thomas Bernhard, el narrador, dramaturgo y poeta (“no sé si soy un poeta o un hilador de sensaciones”, según sus propias palabras) Peter Handke ha levantado una nueva polémica. Handke tenía previsto estrenar en la Comédie Française su obra Voyage au pays sonore ou l’art de la question pero el administrador general de la Comédie ha tomado la decisión de sacar de su programa la mencionada obra. El motivo: la asistencia de Peter Handke al entierro se Slobodan Milosevic. Handke, nacido en Grieffen, Carintia (Austria), se ha sentido siempre muy cercano sentimentalmente a Serbia y sus declaraciones y algunas de sus obras –especialmente Un viaje de invierno a lor ríos Danubio, Save, Moravia y Drina—ya habían merecido el (¿despectivo?) calificativo de pro-serbias. Parece que para los guardianes de la ética, en las guerras nacionalistas es muy fácil identificar a los culpables. Peter Handke se ha defendido siempre con su afiladísimo lápiz y un dominio del lenguaje (en opinión de quien esto escribe sin duda uno de los mejores escritores vivos) que para sí quisieran sus detractores. Aparentemente sólo la posición serbia en el conflicto de los Balcanes fue culpable y nada se dice del resto de los bandos. ¿Resulta políticamente incorrecto recordar, por ejemplo, al presidente croata Franjo Tudjman, declarado admirador de Francisco Franco?
Afortunadamente, artistas tan importantes como Elfriede Jelinek, Patrick Modiano, Michael Haneke, Emir Kusturica o Claus Peymann, entre otros, han salido rápidamente en defensa de Handke calificando la decisión de Bozonnet como “un acto de censura”.
Surge aquí la eterna pregunta sobre si ha de desvincularse la ideología de un artista de sus obras. Esto ya se ha planteado con autores como Ernst Jünger, Louis-Ferdinand Céline o John Ford, por citar sólo tres de los casos más conocidos. Lo que está claro es que con la no programación de la obra quien sale perdiendo es el teatro. Además, la postura adoptada por Peter Handke no parece en absoluto mal argumentada y quien tenga dudas que lea el mencionado Un viaje de invierno... :
¿Y no fue así como se llegó a la guerra –como se sabe, con la entrada de la primera milicia estatal croata en los pueblos serbios que rodean Vukovar--, una guerra sobre la que, sin embargo, alguien como yo no tiene nada que decir?; porque en definitiva sigue vigente aquel terrible “la guerra es la guerra” y aquel más terrible aún : una guerra entre hermanos es una guerra entre hermanos. Ahora quien, en lugar de entender esto como una yugulación lo entienda como indiferencia, éste tampoco hace falta que siga leyendo.